Agricultura Sintrópica en España: explorando el Jardín del Edén en Lugo

Estación Agroecológica de Viveiro (EAV) en Lugo

La agricultura sintrópica es mucho más que una técnica de cultivo; es una filosofía que invita a redescubrir el equilibrio natural y la abundancia que la tierra nos ofrece, si sabemos respetarla. Con este enfoque, se busca regenerar y enriquecer el ecosistema mientras producimos alimentos de alta calidad. Tuve la oportunidad de vivir esta visión de primera mano en octubre de 2024, al visitar la “Estación Agroecolóxica de Viveiro” (EAV) en Lugo, fundada por Jaime Otero y Ana Sosa Ayala (de Calara Agroforesta), pioneros de la agricultura sintrópica en España. Allí ambos han dado vida a un auténtico oasis. Este centro no solo cultiva alimentos, sino que también restaura ecosistemas y conecta a la gente con la naturaleza en su forma más vibrante.

¿Qué es la Agricultura Sintrópica?

La agricultura sintrópica, inspirada por el agrónomo suizo Ernst Götsch, se basa en imitar los procesos naturales que ocurren en los ecosistemas. Este enfoque busca producir alimentos de forma que el sistema agrícola, en lugar de degradarse, se enriquezca y fortalezca con el tiempo. A diferencia de la agricultura convencional, que recurre a insumos externos (como pesticidas y fertilizantes) y lleva al agotamiento del suelo, la agricultura sintrópica trata de crear un sistema autosuficiente en el que cada elemento cumple una función regeneradora. En este modelo, los árboles, arbustos y plantas de diferentes estratos contribuyen a la fertilidad del suelo y a la captación de agua, mientras que las plagas y enfermedades se interpretan como indicadores de la salud del ecosistema, en lugar de amenazas que deben ser erradicadas.

La estación de Viveiro refleja perfectamente esta visión. En el EAV, observé cómo incluso el manejo de plagas es una señal de la salud del ecosistema, y cada intervención busca mejorar el entorno para todas las especies involucradas. Jaime y Ana están creando un modelo que demuestra cómo un sistema puede regenerarse de manera continua, sin depender de insumos externos.

La abundancia de Viveiro: ¿por qué no en todo el mundo?

Cuando llegué a la EAV, quedé impresionado al ver un paisaje que parecía un jardín del Edén: el suelo vivo, plantas en diferentes estratos y una biodiversidad que invita a la contemplación. La primera palabra que vino a mi mente fue “abundancia”, seguida de una pregunta inevitable: “¿por qué no vivimos así en el resto del país, o del mundo?”. Es fácil pensar que esta prosperidad se debe a un clima favorable, pero la realidad va mucho más allá. Aunque Lugo tiene una pluviometría generosa, el terreno vecino a la estación no muestra el mismo esplendor, lo que evidencia el papel fundamental de la gestión y el diseño agroforestal sintrópico para crear un ecosistema vivo, tanto en la parte aérea como en el subsuelo. Es más, en España ya hay sistemas agroforestales resilientes y productivos en zonas de baja pluviometría, como los de Cáceres y Málaga, que prueban que este enfoque puede funcionar en climas variados.

Un gran ejemplo de esta adaptabilidad se encuentra en el proyecto de Marc Leiber en el Alentejo portugués, afincado en la finca Montado do Freixo do Meio. Desde 2018, Leiber ha logrado implementar sistemas de agricultura sintrópica en esta región árida, mostrando cómo estos principios pueden aplicarse incluso en zonas con pluviometría baja y condiciones extremas.

El proceso sintrópico: crecimiento y regeneración constantes

La agricultura sintrópica sigue un diseño que combina plantas de diferentes tamaños y características en varias capas o estratos. La técnica de Götsch propone sembrar árboles, pastos y hierbas en alta densidad, cuidando que compartan una capacidad de rebrote vigorosa después de la poda. Esto tiene tres beneficios fundamentales: asegura la entrada de luz a todas las plantas del sistema, añade materia orgánica al suelo que fomenta la vida subterránea, y tiene un efecto de “rejuvenecimiento” que impulsa el crecimiento del ecosistema completo.

Este diseño específico y cuidadoso es lo que ha permitido al EAV ampliar constantemente su área de trabajo y experimentar con combinaciones de cultivos, según me explicó Jaime en mi última visita. Desde nuestra primera colaboración en 2019, he visto cómo el sistema ha evolucionado, y cómo Jaime y Ana están aplicando mejoras continuas en las líneas de plantación, llamadas “SAF” o sistemas agroforestales. En los tres años desde mi última visita, la expansión y cambio en el EAV ha sido notable, integrando nuevas herramientas y experimentando con distintos cultivos. Esta dedicación a la investigación y el aprendizaje constante hacen de la estación un auténtico laboratorio vivo de la agroforestería.

Comparación con otras formas de agricultura

La agricultura sintrópica presenta diferencias importantes con otras prácticas agrícolas, como la agricultura orgánica y la permacultura. La agricultura orgánica sustituye los insumos químicos por productos naturales, pero en muchos casos sigue utilizando técnicas de control de plagas y fertilización que requieren intervención constante. La permacultura, por otro lado, es un marco de diseño general que abarca muchos aspectos de la sostenibilidad, desde la agricultura hasta la construcción. La agricultura sintrópica, en cambio, se centra en procesos y no en insumos, y es una herramienta efectiva para la producción de comida a gran escala con mecanizción. Esta práctica no utiliza fertilizantes ni pesticidas, y considera que las “plagas” y enfermedades no son enemigas, sino aliadas que pueden ayudarnos a entender las debilidades de nuestro sistema.

Esta perspectiva hace que la agricultura sintrópica se destaque como una forma de agricultura “regenerativa”, donde el sistema agrícola está en continua construcción y enriquecimiento. La estación en Viveiro no solo es productiva, sino que además revitaliza el suelo y el entorno, fomentando la biodiversidad y creando un modelo que es a la vez sostenible y rentable para el agricultor.

Innovación y perspectivas futuras

La Estación Agroecológica de Viveiro no se detiene. Jaime y Ana han implementado y diseñado nuevas herramientas y máquinas que agilizan los procesos y permiten alcanzar mayores niveles de eficiencia. La meta, conseguida, es hacer de la estación un punto de referencia en el mundo de la agroforestería y un centro de aprendizaje para otros agricultores. En el ambiente se percibe una profunda sed de probar cosas nuevas, de medir costos y tiempos, y de establecer alianzas que permitan replicar este modelo en otros lugares. En la estación, se están sentando las bases para una agricultura que no solo alimenta, sino que también regenera y conecta a las personas con la tierra. Este tipo de proyectos tiene un enorme potencial para expandirse y transformar el futuro de la agricultura en España y en todo el mundo.

Una experiencia directa con la agricultura sintrópica en España

Durante mi visita al EAV, pude experimentar en primera persona cómo se implementa la agricultura sintrópica en España de manera efectiva y transformadora. Este modelo no solo busca producir alimentos, sino restaurar activamente los ecosistemas, incluso en zonas donde la biodiversidad ha sido erosionada por años de monocultivo. Jaime y Ana, sus impulsores, han trabajado desde hace más de cinco años aplicando principios sintrópicos aprendidos en Chile, Portugal y España, combinando teoría y práctica en un contexto real.

¿O que é agricultura sintrópica?

Para quienes se pregunten “o que é agricultura sintrópica”, podemos decir que se trata de una forma de producción de alimentos basada en la imitación de los procesos naturales de regeneración. Como vimos en Viveiro, la sinergia entre especies vegetales y animales permite un equilibrio dinámico y productivo, donde la poda, la materia orgánica, los ciclos de vida y descomposición se convierten en herramientas fundamentales para fomentar la fertilidad del suelo. Esta forma de agricultura observa e integra, en lugar de intervenir y controlar.

La clave está en la sinergia: agricultura sintropica en acción

Como ya hemos mencionado, uno de los elementos más fascinantes de la agricultura sintropica es la densidad y diversidad de especies plantadas en los mismos espacios. Esta estrategia no solo mejora el uso del terreno, sino que también acelera los procesos regenerativos. En el proyecto de Viveiro, esta alta densidad es potenciada por el uso de herramientas específicas que permiten gestionar grandes volúmenes de biomasa sin grandes esfuerzos físicos. De esta manera, el triturado de ramas, las podas planificadas y la distribución estratégica de materia orgánica hacen posible que los ecosistemas crezcan y se fortalezcan de forma continua.

Una metodología sintrópica en expansión

El impacto de esta práctica se hace evidente al comparar zonas trabajadas bajo el modelo sintrópico con áreas vecinas abandonadas o degradadas. Lo que antes era un terreno empobrecido, con poca vida, hoy se convierte en un entorno vibrante, con frutales, plantas medicinales y árboles de diferentes estratos funcionando en conjunto. En palabras de los propios protagonistas del proyecto, esta es una “catedral viva”, una forma de cultivar que, además de alimentos, produce belleza, conocimiento y comunidad. Así, la agricultura sintrópica se convierte en una herramienta de transformación social y ecológica.

Agricultura sintrópica: del machete a la máquina

En sus inicios, el proyecto se desarrollaba casi exclusivamente a machete, lo que limitaba el alcance de las acciones. Sin embargo, la introducción de maquinaria adaptada al manejo forestal ha permitido escalar la producción y llevar la agricultura sintropica a nuevos niveles de eficiencia y replicabilidad. El uso de trituradoras ha sido clave para incorporar plantas “conflictivas” —socialmente poco valoradas pero ecológicamente útiles— como fuente de carbono para el suelo. Este avance tecnológico permite que más personas puedan implementar sistemas sintrópicos sin necesidad de grandes recursos físicos o económicos.

Un modelo sintrópico replicable en toda España

Este tipo de agricultura sintrópica en España tiene cada vez más adeptos. Proyectos similares están emergiendo en otras regiones como Cáceres, Málaga, Cantabria, Huelva… y cada vez más agricultores buscan en esta metodología una alternativa realista y sostenible a los modelos convencionales. El proyecto de Viveiro se posiciona así como un faro para quienes desean regenerar sus fincas, ya sea en grandes extensiones o en pequeños huertos familiares. La agricultura sintrópica, más allá de sus resultados productivos, propone una visión ética del trabajo con la tierra, donde se prioriza la cooperación y el respeto mutuo entre todas las formas de vida.

Reflexión final: un camino hacia la sostenibilidad

La agricultura sintrópica demuestra que es posible producir alimentos de forma sostenible, enriqueciendo al mismo tiempo el suelo y el ecosistema en su conjunto. Lugares como la Estación Agroecológica de Viveiro son una inspiración y un recordatorio de que podemos trabajar junto a la naturaleza, no contra ella.

Si estás interesado en organizar un curso en tu zona para implementar un sistema similar en tu finca, no dudes en contactarnos.