En los últimos años, los biofertilizantes han ganado popularidad como una alternativa sostenible a los fertilizantes químicos. Sin embargo, más allá de los beneficios ampliamente difundidos, existen desafíos y limitaciones que rara vez se mencionan. En este artículo, exploraremos los aspectos clave a considerar, las desventajas que no suelen contarse y los factores que realmente determinan la efectividad de un biofertilizante en el campo.
¿Qué son los biofertilizantes y para qué sirven?
Los biofertilizantes son productos que contienen microorganismos vivos capaces de promover el crecimiento de las plantas mediante la fijación de nitrógeno, la solubilización de fósforo y la producción de hormonas vegetales. A diferencia de los fertilizantes químicos, los biofertilizantes naturales trabajan en armonía con la microbiota del suelo, mejorando su estructura y fertilidad a largo plazo.
Su uso en la agricultura es clave para reducir la dependencia de insumos químicos, aumentar la biodiversidad del suelo y mejorar la resistencia de los cultivos a condiciones adversas. Sin embargo, su efectividad depende de múltiples factores que muchas veces se pasan por alto en su comercialización.
Beneficios de los biofertilizantes en la agricultura
El uso de biofertilizantes orgánicos ofrece numerosas ventajas, entre ellas:
✔ Mejoran la fertilidad del suelo al aumentar la disponibilidad de nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio.
✔ Favorecen el crecimiento de las plantas mediante la producción de fitohormonas y sustancias antimicrobianas.
✔ Aumentan la biodiversidad microbiana del suelo, promoviendo una mayor resiliencia del ecosistema agrícola.
✔ Reducen la contaminación ambiental, al disminuir la necesidad de fertilizantes químicos sintéticos.
✔ Mejoran la eficiencia del uso del agua, ya que optimizan la absorción de nutrientes y reducen el estrés hídrico en los cultivos.
A pesar de estos beneficios, la creencia en la efectividad de los biofertilizantes líquidos, biofertilizantes foliares y otros tipos de formulaciones puede verse afectada cuando se comercializan productos de baja calidad o con información engañosa.
Contras de los biofertilizantes: desventajas que nadie te cuenta
Si bien los biofertilizantes son una excelente opción para la agricultura sostenible, existen desafíos que rara vez se mencionan:
✔ Interacciones microbianas problemáticas: No todas las cepas conviven de manera sinérgica dentro de un mismo producto. La compatibilidad entre microorganismos es clave para garantizar su efectividad.
✔ Adaptabilidad ambiental limitada: Un consorcio de microorganismos puede ser eficaz en un tipo de suelo, pero ineficaz en otro. Factores como pH, temperatura y humedad influyen directamente en su desempeño.
✔ Problemas de estabilidad y almacenamiento: La viabilidad de los microorganismos en un biofertilizante líquido o en formulaciones sólidas puede reducirse drásticamente si no se almacenan en condiciones óptimas.
✔ Dependencia de cepas no nativas: Muchas veces se comercializan productos con microorganismos importados que no están adaptados al entorno local, reduciendo su persistencia y efectividad.
✔ Resultados variables: A diferencia de los fertilizantes químicos, cuyos efectos son más predecibles, los biofertilizantes foliares y otras formulaciones pueden presentar variabilidad en su desempeño dependiendo de las condiciones del campo.
Ejemplos prácticos de desafíos con biofertilizantes
Competencia entre microorganismos en biofertilizantes de alginato
Un estudio sobre inoculantes encapsulados en perlas de alginato reveló que la combinación de Azospirillum brasilense y Pseudomonas fluorescens tuvo problemas de supervivencia en el suelo debido a la competencia con la microbiota nativa. Aunque ambos microorganismos individualmente tienen efectos positivos en las plantas, al ser liberados en el campo compitieron por los mismos recursos, reduciendo la eficacia del biofertilizante.
Conclusión: No basta con mezclar bacterias con potencial benéfico, sino que es necesario evaluar si pueden coexistir y trabajar en sinergia.
Incompatibilidad entre hongos y bacterias en suelos salinos
La combinación de arbuscular micorriza con bacterias fijadoras de nitrógeno mostró resultados contradictorios en leguminosas. En suelos con alta salinidad, la micorriza mejoró la fotosíntesis y la absorción de nutrientes, pero la presencia de algunas bacterias redujo la capacidad de la planta para tolerar estrés hídrico, ya que competían por recursos esenciales en la rizosfera.
Conclusión: La selección de microorganismos debe considerar el tipo de suelo y las condiciones climáticas para evitar efectos negativos inesperados.
Pérdida de viabilidad en combinaciones microbianas para control de plagas
En otro estudio, una combinación de Bacillus subtilis y Trichoderma virens fue diseñada para mejorar el control biológico contra Rhizoctonia solani en tomate. Sin embargo, al ser almacenados juntos en un sustrato de alginato, B. subtilis tuvo una supervivencia significativamente menor, lo que redujo la efectividad del tratamiento.
Conclusión: La formulación de biofertilizantes debe garantizar que los microorganismos no se inhiban entre sí antes de llegar al suelo.
Caso de Azospirillum en trigo en Argentina
Un estudio en Argentina demostró que la inoculación de trigo con Azospirillum brasilense solo mejoró el rendimiento en suelos con niveles moderados de materia orgánica y suficiente humedad. En suelos secos y erosionados, la bacteria no tuvo un impacto significativo.
Uso de Rhizobium en soya en Brasil
Brasil ha impulsado el uso de Rhizobium para reducir la dependencia de fertilizantes nitrogenados en soya. Sin embargo, investigaciones muestran que los resultados varían según el historial del suelo: en terrenos con alta actividad microbiana, la inoculación tiene menor efecto porque las bacterias ya están presentes de manera natural.
Fracaso de productos comerciales en cultivos de hortalizas
En algunos casos, los biofertilizantes líquidos disponibles en el mercado contienen microorganismos con baja viabilidad debido a problemas en la producción y almacenamiento. Esto ha generado escepticismo en agricultores que probaron productos ineficaces debido a formulaciones deficientes.
El mito de los biofertilizantes: por qué la cantidad no garantiza efectividad
Uno de los errores más comunes en la industria de los biofertilizantes es pensar que un mayor número de microorganismos en el producto garantiza mejores resultados en el campo. La realidad es que:
✔ Más no siempre es mejor: La eficacia de un biofertilizante no depende solo de la cantidad de microorganismos, sino de su calidad, estabilidad y compatibilidad con el ecosistema del suelo.
✔ Las interacciones microbianas pueden ser competitivas: Algunos microorganismos pueden inhibir el crecimiento de otros, afectando la efectividad del producto.
✔ Factores ambientales pueden limitar su acción: Un consorcio microbiano puede ser potente en laboratorio, pero si no se adapta al suelo y al clima donde se aplica, su impacto será mínimo.
La clave está en utilizar formulaciones respaldadas por evidencia científica y adaptadas a las condiciones específicas de cada zona.



Importancia de los biofertilizantes en la agricultura sostenible
Los biofertilizantes naturales juegan un papel fundamental en la transición hacia sistemas agrícolas más sostenibles. Su implementación adecuada puede reducir el impacto ambiental, mejorar la calidad del suelo y aumentar la rentabilidad de los agricultores.
Para maximizar su efectividad, es esencial:
✔ Seleccionar productos con cepas nativas, adaptadas al entorno local.
✔ Verificar la compatibilidad microbiana, evitando formulaciones con organismos que puedan competir entre sí.
✔ Asegurar una adecuada conservación y almacenamiento, para mantener la viabilidad de los microorganismos.
✔ Aplicarlos en el momento adecuado, considerando factores como la humedad del suelo y la fase de desarrollo del cultivo.
Producción de biofertilizantes microbianos: retos y oportunidades
La producción de biofertilizantes microbianos enfrenta múltiples desafíos, entre ellos:
✔ Dificultades en la formulación: La estabilidad de los microorganismos a lo largo del tiempo es un reto clave para los fabricantes.
✔ Regulación y certificación: La falta de estándares claros para la calidad de los biofertilizantes líquidos y sólidos dificulta su comercialización.
✔ Aceptación por parte de los agricultores: Muchos productores aún desconfían de estos productos debido a experiencias previas con formulaciones ineficaces.
A pesar de estos desafíos, la demanda de biofertilizantes orgánicos sigue creciendo, impulsada por la necesidad de prácticas agrícolas más sostenibles y rentables.
Conclusión: más allá del discurso comercial
En el mundo de los insumos agrícolas, los vendedores a menudo presentan los biofertilizantes como soluciones milagrosas. Sin embargo, la realidad es que su efectividad depende de múltiples factores, y su mal uso o formulaciones deficientes pueden generar escepticismo entre los agricultores.
Más que cantidad, lo que realmente importa es la calidad y funcionalidad del producto. La clave está en elegir formulaciones respaldadas por estudios científicos, adaptadas a las condiciones específicas del suelo y el clima.
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Referencias consultadas:
- 10.1007/s11104-013-1956-x
- 10.25252/SE/18/61488
- 10.1002/sae2.70006
- https://doi.org/10.1002/sae2.70006
- https://doi.org/10.56669/LRKM6748
- 10.1007/s11104-013-1956-x
- 10.1007/978-3-031-32967-8_6
 
				


